Ventosas y fuego: una combinación más peligrosa de lo que imaginas
En pleno verano, el interior de un coche puede alcanzar temperaturas extremas. A este calor se le suma un efecto que no todo el mundo conoce: las ventosas de plástico transparente pueden actuar como auténticas lupas, concentrando los rayos solares sobre un punto muy concreto del vehículo. Si ese punto es, por ejemplo, la parte trasera de un reposacabezas, los daños no son una simple mancha: puede iniciarse un conato de incendio que termine arrasando todo el habitáculo.
Este fenómeno ha sido documentado por conductores en redes sociales, donde se muestran imágenes impactantes de asientos calcinados tras horas de exposición al sol con ventosas adheridas a los cristales. Y no se trata de casos aislados ni exagerados: es un riesgo real que puede evitarse con un poco de precaución.
¿Dónde está el peligro y cómo podemos evitarlo?
La mayoría de conductores colocan estos accesorios con buena intención, sin saber que, con el paso de las horas y la exposición directa al sol, están generando un efecto lupa tan potente que puede provocar quemaduras en plásticos, tejidos y, en el peor de los casos, iniciar un fuego.
► Evita poner ventosas en los cristales donde incida directamente el sol, especialmente en lunas traseras.
► Busca alternativas adhesivas opacas o sistemas de anclaje que no dependan de la luz ni del calor para mantenerse en su sitio.
► No dejes el coche aparcado al sol durante muchas horas si lleva accesorios con ventosa pegados al cristal, especialmente en verano.
► Inspecciona regularmente el estado de las zonas cercanas a las ventosas: si notas decoloración, marcas, burbujas o cualquier signo extraño, retíralas de inmediato.
► Recuerda que, en casos como la placa de la ‘L’, obligatoria por normativa, puedes optar por versiones imantadas o asegurarte de aparcar siempre a la sombra para minimizar el riesgo.
Un pequeño gesto que puede marcar la diferencia
A veces los mayores peligros se esconden en los detalles más insignificantes. Una ventosa mal colocada no solo pone en riesgo tu coche, sino también la seguridad de quienes viajan contigo. Revisar estos elementos, entender cómo interactúan con el sol y actuar con previsión puede ahorrarte un disgusto importante.
Y si tienes dudas sobre el estado de tu vehículo o detectas cualquier desperfecto en la tapicería, lunas o sistemas de seguridad, confía en los expertos.
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Poner una ventosa en la luna del coche parece una acción inocente, de esas que se hacen casi por inercia. ¿Quién no ha colocado un parasol para proteger a su hijo del sol, o la clásica ‘L’ de conductor novel con una ventosa en la parte trasera? Sin embargo, este gesto tan común podría esconder un peligro real y desconocido para la mayoría de automovilistas en España. ¿Lo sabías? Sigue leyendo, porque lo que vas a descubrir puede evitar un susto… o incluso algo peor.
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